La vida de la familia de Adrián dio un giro trágico hace tres meses cuando un accidente vial lo dejó luchando por su vida. Sin seguro médico y con todos sus ahorros dirigidos a su operación y rehabilitación, la situación se volvió crítica. Adrián, un dedicado barbero, tuvo que cerrar su negocio, mientras que su esposa, Ana Robles, fue despedida sin previo aviso de su trabajo, lo que significó la pérdida del único ingreso que sostenía a su familia.
Con un hijo en preparatoria que requiere útiles escolares y materiales para proyectos, la presión económica se convirtió en una carga insostenible. La desesperación se instaló en su hogar cuando no encontraban soluciones. Fue entonces que, impulsados por la necesidad de sobrevivir, Ana y Adrián tomaron la valiente decisión de emprender.
La idea de vender tacos de tripitas surgió como un rayo de esperanza. Sin embargo, el camino hacia el emprendimiento no fue sencillo. La pareja tuvo que recurrir a un pequeño préstamo para poner en marcha su negocio. A pesar de los obstáculos, su historia resonó en las redes sociales, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia. La comunidad comenzó a interesarse en su lucha, lo que generó una ola de apoyo.
Hoy, Ana y Adrián enfrentan el día a día en su nueva realidad, con su pequeño puesto de tacos en la calle Canatlán #808, en la colonia Hipódromo, su venta inicia los fines de semana de 8 pm a 12 am . Aunque han experimentado una buena aceptación, la batalla por mantener su negocio en pie continúa. La pareja hace un llamado a la ciudadanía para que los apoyen en su emprendimiento, un esfuerzo que representa no solo una fuente de ingresos, sino una oportunidad para reconstruir su vida.
Con cada taco que venden, alimentan no solo a sus clientes, sino también sus sueños de un futuro mejor. En medio de la adversidad, su historia es un recordatorio de la lucha y la determinación que enfrentan muchas familias en situaciones similares.