La comunidad de Garabitos, alguna vez centro de actividades al aire libre y epicentro de la vida comunitaria en Durango, enfrenta hoy una crisis. En apenas dos años, desde el 2021, los ingresos de las familias de esta localidad han sufrido una caída estrepitosa del 80%, transformando un espacio vibrante de convivencia y recreación en un escenario desolado.
Juan Manuel González, residente de la zona, recuerda con nostalgia cómo la Semana Santa solía ser el momento álgido del año, atrayendo a numerosos visitantes y dinamizando la economía local. Sin embargo, la sequía ha azotado con fuerza, secando la presa que era corazón de la comunidad y devastando las esperanzas de recuperación económica. Ahora, este Jueves Santo, el lecho de la presa, prácticamente seco, solo ha visto la sombra de lo que fue, con apenas cinco vehículos atravesando sus terrenos, cada uno contribuyendo con 30 pesos por el acceso, una cifra simbólica frente a la magnitud de la crisis.
La reducción drástica del nivel de agua no solo ha impactado el turismo y la recreación; la vida cotidiana de los habitantes también se ha visto severamente afectada. Las especies acuáticas como la tilapia y la lobina, antes abundantes, ahora son recuerdos de un pasado más próspero. Ana Luisa Martínez, una madre que solía disfrutar de paseos en bicicleta, kayak y largas caminatas junto a la presa con sus hijos, testimonia este duro golpe. "Las caminatas ahora son un recorrido por un paraje dividido por la sequía", señala con tristeza.
Ante esta adversidad, la comunidad de Garabitos se ha visto obligada a adaptarse. Los nopales, uno de los pocos vegetales que han prosperado en medio de la sequía extrema, se han convertido en una fuente alternativa de ingresos y alimento. Este cambio refleja la resilencia y la inventiva de los habitantes frente a una crisis ambiental y económica que desafía su modo de vida.
La situación en Garabitos es un llamado urgente a la acción, no solo para la comunidad afectada sino para toda la sociedad y sus representantes. La historia de esta comunidad subraya la importancia de la gestión del agua y el medio ambiente, así como la necesidad de políticas y soluciones que garanticen la sostenibilidad y el bienestar de todas las comunidades frente al cambio climático.