Una tradición en nuestro país es el uso de pirotecnia y la realidad es que la mayoría hemos tronado los famosos cohetes en algún momento de nuestra vida, sin duda puede considerarse un espectáculo maravilloso en el cielo así como un medio recreativo para divertirnos, sin embargo más allá de eso el uso de la pirotecnia afecta a personas con autismo, bebés y por supuesto a los animalitos en los que puede producir muchos daños.
Estos ruidos tan fuertes pueden provocar que por la desesperación lleguen a destruir cosas a tal grado de lastimarse, muchos lo podrían considerar como chipiles o incluso crisis de ansiedad pero ellos solo reaccionan al miedo que los está consumiendo por los cohetes.
Afortunadamente ya hay medicamentos que funcionan como relajantes y ayudan a bajar los niveles de adrenalina de los animalitos; pero estos son solo para ciertos casos y por supuesto para quienes tienen la facilidad de adquirirlos.
Una recomendación efectiva es ser sensibles a su dolor y estar con ellos tratando de calmarlos; acariciarlos preferentemente en la cabeza y el lomo, tratando de distraerlos y por supuesto hablando con ellos.
Algo importante es que este problema siempre ha existido solo que hasta ahora se ha visualizado gracias a la solidaridad de las personas que ven el sufrimiento de las mascotas cuando hay pirotecnia, no obstante aún quedan muchísimos animalitos en situación de calle que viven ataques por el miedo y se lastiman cada que escuchan tronar un cohete y ellos no tienen a nadie para darles mimos o ayudarlos.
El uso de la pirotecnia parece que no se va a acabar, pero cada vez son más los que toman conciencia respecto al tema.
Esperemos que poco a poco todos y todas pongamos nuestro granito de arena y recordemos que en estas fiestas todos queremos disfrutar, y los animalitos son parte de la fiesta.