Debido a que se les da un mal uso, ha sido necesario reubicar siete botones de pánico y dos más están en proceso de ser cambiados de lugar, informó la titular del Instituto Municipal de la Mujer, Mina Argumedo.
Debido a que los botones son vandalizados o mal utilizados para llamadas en broma, se ha tomado la decisión de cambiarlos de sitio a lugares en los que los usuarios puedan cuidar la infraestructura y garantizar su funcionamiento.
A la fecha se han reubicado siete botones de pánico y están pendiente de cambio dos más de los 38 que se han colocado en puntos estratégicos de la ciudad, informó la titular del Instituto Municipal de la Mujer.
La funcionaria apuntó que el acoso callejero sigue siendo un problema en la sociedad duranguense y es por ello que se ha mantenido el diálogo abierto con las mujeres de la capital para identificar puntos críticos de acoso.
El trabajo se realiza principalmente con jóvenes estudiantes que suelen tener horarios nocturnos y que son vulnerables durante la salida de los centros educativos de la ciudad, porque hay zonas obscuras o cubiertas por las ramas de los árboles.
Los piropos en la calle y los tocamientos son de las formas de acoso más constantes en la capital del estado, de acuerdo a los testimonios que ha recopilado el Instituto, quien brinda acompañamiento para interponer denuncias además de brindar apoyo psicológico a las víctimas de este tipo de agresión.
"Tenemos que ir haciendo conciencia y trabajar, juntos como lo hemos estado haciendo sociedad y gobierno", finalizó la funcionaria municipal.