El uso de vapeadores o cigarrillos electrónicos se ha convertido en un problema creciente, especialmente entre los jóvenes, quienes son los más afectados por el uso de estos dispositivos. A pesar de que en un primer momento no se observe un deterioro visible en su salud, los especialistas advierten que, a mediano plazo, estos usuarios pueden desarrollar diversas afecciones que comprometen seriamente su bienestar.
Según un estudio reciente de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022, el 2.6% de los adolescentes y el 1.5% de los adultos en México han reportado el uso de cigarrillos electrónicos. Estos datos reflejan que el tabaquismo, en todas sus formas, continúa siendo un problema de salud pública importante en el país. Aunque la preocupación por el uso de cigarrillos convencionales ha disminuido, los vapeadores han surgido como una alternativa igual de dañina, pero menos visibilizada.
Uno de los principales riesgos de los vaporizadores radica en la composición de los aerosoles que generan. Aunque parece vapor de agua, el aerosol contiene nicotina, saborizantes y más de 30 químicos adicionales que pueden afectar gravemente la salud de los usuarios. Al inhalar este aerosol, las sustancias ingresan a los pulmones y de allí pasan directamente al torrente sanguíneo, afectando varios sistemas del cuerpo.
Los pulmones y el corazón son dos de los órganos más afectados por el uso de estos dispositivos. Al inhalar las sustancias químicas contenidas en los vapeadores, la oxigenación de la sangre se ve comprometida, lo que puede provocar una serie de comorbilidades que van desde problemas respiratorios hasta afecciones cardíacas. Aunque muchos jóvenes piensan que el uso de vapeadores es inofensivo en comparación con los cigarrillos tradicionales, la realidad es que ambos pueden generar daños irreversibles a largo plazo.
Además de los riesgos respiratorios y cardíacos, existen otros efectos negativos que incluyen la afectación pulmonar severa. Algunas sustancias contenidas en los vapeadores han sido vinculadas con enfermedades graves como el cáncer de pulmón y otras afecciones relacionadas con la inhalación de partículas tóxicas.
Ante esta problemática, muchos expertos en salud pública están haciendo un llamado a regular el uso y la venta de estos dispositivos, especialmente entre los jóvenes. En México, ya existen algunas restricciones sobre la comercialización de los vapeadores, pero se requiere de una regulación más estricta y de la implementación de estrategias preventivas para combatir esta tendencia creciente.