En menos de tres meses, cuatro hechos violentos contra mujeres han estremecido Durango, dejando en evidencia la falta de seguridad y respuesta efectiva por parte de las autoridades.
El 19 de febrero, María fue asesinada en Gómez Palacio mientras conducía su vehículo, convirtiéndose en el primer feminicidio del año. El 28 de febrero, una joven fue atacada con un machete en plena vía pública por un hombre en situación de calle.
En 2024 en Durango, hubo 20 mujeres asesinadas, dentro de ellas 14 consideradas como feminicidio; afortunadamente la mayoría de los perpetradores están en la cárcel. En este mismo periodo se reportan 484 abusos sexuales, 44 por mes y en cuanto a violencia familiar el dato es 4,656, lo que nos da 423 por mes y 14 diarias.
El 26 de marzo, Fabiola, madre soltera, denunció en redes sociales que un indigente quemó una casa abandonada, esta vivienda estaba a lado de su hogar, lo que afectó su automóvil, ella había expresado temor por su vida, pues el agresor, aunque detenido, representaba una amenaza.
Dos días después, el 28 de marzo, Laura Ibarra fue golpeada por otro indigente mientras regresaba a su hogar. Estos hechos refuerzan el temor de muchas mujeres, que no se sienten seguras en las calles ni respaldadas por las autoridades. A pesar de marchas y protestas, la violencia no se detiene.
Las agresiones siguen ocurriendo y las respuestas oficiales son insuficientes. Mientras tanto, las mujeres en Durango siguen preguntándose: ¿qué tiene que pasar para que la violencia se frene?