La violencia escolar se define como la acción intencionadamente dañina ejercida entre miembros de la comunidad educativa, que ocurre dentro de los espacios físicos propios de las instalaciones escolares o en otros espacios directamente relacionados con lo escolar.
Muchas personas sostienen que este problema ha surgido principalmente con las nuevas generaciones y la realidad actual. En México, el tema del Acoso Escolar no ha sido abordado de manera formal. Los primeros datos sobre maltrato escolar infantil quirúrgico de las consultas juveniles e infantiles realizadas por el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) en los años 2000 y 2003: el 32% de los menores de 15 años consultados afirmaron ser víctimas de maltrato en la escuela; más del 19% aseguró ser insultado y el 13% dijo ser golpeado por sus compañeros.
En el Congreso se está trabajando en este tema, con la intención de incluir el concepto de acoso escolar en el código civil, en la ley de educación y en la ley para protección de niños, niñas y adolescentes. Las escuelas han tenido que implementar diversas estrategias para prevenir y evitar la violencia en el entorno escolar, así como para mantener informados en todo momento a los padres de familia.
De las 11.7 millones de personas de 12 a 17 años que asistían a la escuela en México durante 2022, el 28% comunicó haber sido víctima de acoso escolar en los últimos 12 meses, lo que eleva a 3.3 millones de estudiantes adolescentes la cantidad de víctimas. de esta forma de violencia en el país.
Es crucial abordar el problema de la violencia escolar con seriedad y urgencia. No solo afecta el bienestar emocional y físico de los estudiantes, sino que también tiene un impacto negativo en su rendimiento académico y en su desarrollo personal. La creación de políticas y programas efectivos para prevenir y abordar la violencia escolar es fundamental para garantizar un ambiente educativo seguro y saludable para todos los estudiantes. La cooperación entre autoridades educativas, padres de familia, estudiantes y la sociedad en general es esencial para erradicar este problema y promover una cultura de respeto y convivencia pacífica en las escuelas.