El Sistema Judicial en Durango está rebasado ante los casos de violencia familiar, particularmente de la violencia vicaria, acusó Jeniffer de la Torre Delfín.
La violencia vicaria se presenta cuando el abusador busca dañar a la víctima haciendo daño a sus seres queridos, particularmente sus hijos. Suele caracterizarse por la crueldad de las prácticas que incluso pueden llegar a la muerte y la desaparición de los cadáveres como una forma de castigo para la víctima.
Detalló que son los casos que toman relevancia en redes sociales o medios de comunicación los que tienen avances en los juzgados, pero la mayoría permanecen en el anonimato con la revictimización que eso genera.
A propósito de la presunta sustracción de una menor en el municipio de Gómez Palacio, la activista apuntó que son muchos los casos de parejas que terminan la relación y establecen, sin la intervención de un juez, un esquema de convivencia.
Sin embargo, en los casos en los que existe violencia, la ausencia de canales jurídicos permite que los abusadores sigan ejerciendo violencia, la cual está dirigida a las mujeres en la mayoría de los casos, pero que también afecta a los propios menores de edad.
Es grave, dijo, el hecho que en los casos en los que sí se inicia un asunto en un Tribunal de lo Familiar, la revictimización no se detenga, porque los abusadores suelen utilizar las lagunas legales existentes para extender los juicios y seguir violentado a las víctimas y sus hijos.
Para quienes enfrentan casos de violencia, suele ser difícil contar con los medios para seguir un juicio que en algunos casos puede extenderse durante años y es por eso que es urgente mejorar los esquemas de procuración de justicia, no solo en los casos de violencia vicaria.