Don Jesús Santillán, un adulto mayor con una historia de perseverancia y dedicación, ha encontrado en la carpintería una forma de mantenerse activo y solventar algunos de sus gastos diarios. A sus años, lejos de retirarse por completo, Don Jesús sigue trabajando con esmero en la elaboración de porta llaves y adornos de madera, objetos que no solo son útiles y decorativos, sino que también reflejan el amor y la atención que pone en cada pieza.
Residente de Durango, Don Jesús recorre las calles de los fraccionamientos Jardines de San Antonio, Fidel Velázquez y Villas del Carmen, llevando consigo sus productos para ofrecerlos a los vecinos de estas comunidades. Desde temprano en la mañana, se le puede encontrar en la esquina de la calle 8 de Julio y calle Estroncio, justo afuera de una tienda de autoservicio. Con su humilde puesto y una sonrisa sincera, Don Jesús invita a la ciudadanía a apoyar su trabajo, no solo comprando sus artesanías, sino también valorando el esfuerzo y la dedicación que representa su labor.
La situación económica para muchos adultos mayores es complicada. Sin una pensión suficiente o sin el apoyo necesario, muchos se ven en la necesidad de seguir trabajando para poder cubrir sus gastos. En el caso de Don Jesús, la carpintería no es solo un medio para generar ingresos, sino también una manera de mantenerse ocupado y sentir que sigue siendo productivo y útil para la sociedad.
Las piezas que Don Jesús elabora son resultado de años de experiencia y habilidad en el trabajo con la madera. Cada porta llaves, cada adorno, es único, hecho a mano con herramientas básicas y con el conocimiento que solo el tiempo puede otorgar. Aunque la tecnología y las grandes tiendas ofrecen productos en masa, la artesanía de Don Jesús representa un valor especial: el valor de lo hecho a mano, de lo creado con paciencia y dedicación.
El llamado que hace Don Jesús a la comunidad es simple pero profundo: pide apoyo no solo para él, sino también para la preservación de oficios y tradiciones que, como la carpintería artesanal, están en riesgo de perderse en un mundo cada vez más dominado por la producción industrial. Al comprar uno de sus productos, no solo se está adquiriendo un objeto funcional o decorativo, sino que también se está contribuyendo a la economía de una persona que ha dedicado su vida al trabajo y que, en sus años dorados, sigue luchando por salir adelante con dignidad.
Apoyar a Don Jesús Santillán es más que una transacción económica; es un acto de solidaridad y reconocimiento hacia aquellos que, a pesar de las adversidades, siguen trabajando con esmero y dedicación. Quienes deseen contribuir a esta causa pueden encontrar a Don Jesús en su habitual puesto, y con su compra, estarán ayudando a que este hombre admirable pueda seguir adelante, manteniendo viva una tradición que, como él, merece ser valorada y preservada.