YOX, la estafa en Durango sería de 2 mil millones
La comunidad inversora de Durango se encuentra en estado de shock tras el colapso de YOX Holding, una empresa que prometió rendimientos desorbitados y que hoy se encuentra en el centro de un escándalo financiero de gran magnitud. Durante 7 años, YOX Holding sedujo a inversores con la promesa de retornos mensuales entre el 2 y el 3%, cifras significativamente superiores a las del sistema financiero tradicional. Alegando el uso de un algoritmo basado en estadísticas de ligas deportivas estadounidenses como la NFL, la NBA y las Grandes Ligas, la firma prometía rendimientos anuales superiores al 33%, en contraste con el rendimiento bancario promedio del 11%.
Este modelo, que se mantuvo durante siete años, empezó a mostrar fisuras en septiembre, cuando la empresa dejó de pagar los rendimientos de forma generalizada. La situación escaló rápidamente, llevando a inversionistas afectados a formar una Asociación Civil para presentar denuncias colectivas y buscar el apoyo del Gobernador Esteban Villegas. El nivel de desesperación es tal que algunos incluso han mencionado el riesgo de suicidios debido a las pérdidas económicas y el impacto emocional.
Las consecuencias de este desplome financiero se extienden más allá de la pérdida monetaria. Algunos afectados reportan un deterioro significativo en su salud debido al estrés y la ansiedad provocados por la situación. En Durango, se estima que unas 5,000 familias han sido afectadas, mientras que a nivel nacional la cifra podría alcanzar las 50,000 familias. Con inversiones promedio de 300,000 pesos por familia, el fraude podría ascender a una escalofriante suma de 15,000 millones de pesos, una cantidad que parece imposible de recuperar incluso con la intervención de un fideicomiso respaldado por equipos deportivos.
Este escándalo de YOX Holding no es solo una crisis financiera; es un reflejo de los riesgos inherentes a las inversiones de alto rendimiento y un recordatorio de la importancia de la regulación y la transparencia en el sector financiero. La situación en Durango y a nivel nacional plantea interrogantes serios sobre cómo proteger a los inversores de esquemas fraudulentos y cómo recuperar la confianza en el sistema financiero.