Durante la pasada administración del exgobernador Enrique Alfaro, se disparó en un 113.3% el número de policías estatales, municipales e investigadores desaparecidos en Jalisco, en comparación a la gestión del también exgobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
Datos de la Fiscalía del Estado obtenidos vía transparencia señalan que, durante el gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz, desaparecieron 15 elementos de diferentes corporaciones de seguridad pública, de los cuales dos pertenecían a la Policía del Estado de la Secretaría de Seguridad Pública; otros 12 era de distintas comisarías de seguridad pública municipales y uno era agente investigador de la extinta Fiscalía General del Estado.
Los datos oficiales indican que durante el Gobierno de Enrique Alfaro Ramírez desaparecieron 32 policías, de los cuales siete eran de la Secretaría de Seguridad Pública y 25 pertenecían a diferentes comisarías de seguridad municipales, y cero agentes investigadores.
"Pues seguramente a la infiltración que existió del crimen organizado que actualmente existe. No se depuró la Fiscalía del Estado, no se han depurado como se debería las policías dentro de la entidad federativa y pues eso se presta a que les apliquen la ley de plata o plomo e incluso que se les invite o se les obligue a participar en actos de corrupción", expresó Anuar García, presidente de SOS Jalisco.
La falta de protección a policías, sobre todo a los que han recibido amenazas por participar en servicios de alto impacto y la infiltración de la delincuencia organizada en los cuerpos de seguridad, son los principales factores para que más policías desaparecieran.
"Es muy importante señalar que la gran mayoría de estas desapariciones son por haber contrarrestado de alguna manera directa o indirectamente a la delincuencia. Y nos referimos a la delincuencia organizada", expresó Miguel Ángel Herman, presidente de Unidos por la Seguridad.
En ninguno de los casos anteriores, los familiares de los policías desaparecidos han recibido algún tipo de apoyo económico, médico o educativo, a diferencia de los deudos de los policías caídos en cumplimiento del deber que sí reciben apoyos como indemnización, gastos funerarios, becas para los hijos, entre otros.
Un caso es el de la policía municipal de Guadalajara, Virginia Muñoz González, quien durante 20 años entregó su vida a la Comisaría Tapatía.
El 3 de abril de 2021, sujetos armados ingresaron de forma violenta a la casa de Virginia, en la colonia Oblatos, la sacaron por la fuerza frente a sus hijos, que en ese entonces tenían 17, 15, 13 y 10 años, y se la llevaron en un vehículo. Desde esa fecha no se ha sabido nada de ella y sus hijos quedaron al cuidado de la señora Yolanda, madre de la oficial desaparecida y abuela, sin que hasta la fecha haya recibido apoyo de ningún tipo por parte de las autoridades.
"En una ocasión nos habían dicho también que podían ellos darles una parte del salario de mi hermana, porque ellos sabían que mi hermana era la jefa de familia en la casa de mi hermana, pero después nos dijeron que no, que no era posible eso porque ellas estaban en un permiso sin paga, hasta que se comprobara lo contrario. Ellos están completamente en el abandono. No hay apoyos, no becas, de hecho nos dijeron: "les vamos a ayudar con un apoyo psicológico", ni eso nos han ayudado", expresó la hermana de la Virginia.