Además de las metas físicas, hacer ejercicio se convirtió en una terapia emocional para muchas personas.
Katy Álvarez tiene año y medio haciendo entrenamiento funcional, minutos que dedica para sí misma y que le resultan sanadores; "caí en una depresión y acabé en terapia, no encontraba la forma. Me dijeron que buscara, busque deportes hasta que llegué aquí y me cambió la vida en todo, en actitud, en estabilidad emocional, energía, todo".
Además de su cambio físico, su mejora en el estado de ánimo es evidente; "de un universo a otro, siempre triste, no tenía ganas de levantarme, hacía todo como forzado y de verdad es que me costó muchísimo, venía y me cansaba y decía, ya no vengo, ya no vengo y otro día y otro día y ahora ya no puedo faltar, es como un vicio, pero positivo".
Ella ha motivado a otras personas como el caso de Ruth Trujillo, quien ha encontrado también un espacio de crecimiento personal y emocional en este ejercicio funcional; ella fue la que me impulsó y me dijo, "amiga, dejemos tristezas, cuestiones emocionales y vamos a hacer ejercicio" me vine a hacer ejercicio aquí y la verdad me encantó, me llenó".
Ambas buscan ser un ejemplo para sus hijos e hijas, por lo que incluso Ruth motivó a su hija a asistir a su primera clase; "yo he sido de la opinión que todas las cuestiones de ejercicio, de educación física nos llevan a una salud física y mental. Si me gustaría más que nada balancear con la escuela, con mi familia y todo y tener un poquito de actividad física, para no caer en lo mismo del año pasado".
Gabriela Luévano ha sido también parte importante de la motivación de los clientes, para ella, ver estas evoluciones, es la mejor satisfacción; "ves desde cómo llegan, llegan con los chaparrones, con el pans, con toda su ropa como aguada, con la cabeza abajo y cómo van evolucionando, su rostro, sus ojos, como todo se ilumina, cómo van agarrando como seguridad en ellos eso está bien padre y lo mejor es cuando llegan y te agradecen, uno como coach, como dueño de un gimnasio, dices ?valió la pena? ya lloré".
Hacer ejercicio o mejorar el estilo de vida, es un recurrente propósito de año nuevo, pero todavía algunos esperan hasta después de la rosca de reyes para iniciar, el mejor consejo es la paciencia; "pero que sí tengan la paciencia y que cada día va a valer la pena, si se clavan, si no dejan? yo le llamó ?dark side? que todos tenemos. Esa Gaby floja que tiene adentro, que dice, ?así estoy bien, mejor me quedó en mi casa viendo películas y comiendo mal?"
Año nuevo y previo a la semana santa, son las fechas donde se vuelve más común el deseo de mejorar el estilo de vida, sin embargo, esta es una decisión de persistencia y disciplina continua.