Las explosiones del 22 de abril de 1992 marcaron la vida de María Felicitas Vázquez y de David Mendez Velasquez, ambos son sobrevivientes de la tragedia. A 33 años de aquel hecho que cimbró a Guadalajara, aseguran que es un hecho que ya sanaron, sin embargo, los recuerdos siempre permanecerán.
La señora María se disponía a vender afuera de su casa tortas ahogadas, le acompañaban sus hijas más pequeñas "yo estaba vendiendo, ya había sacado mi puesto y todo, eran las 10:15 cuando veo que todo vuela y yo ya no supe de mi, dije ¿Dios mío qué pasó? cuando oigo a mi hija de ocho años gritar que la sacara de ahí".
Inmediatamente María reaccionó pero no podía moverse, quedó sepultada bajo los escombros, a lo lejos escuchó gritar a una de sus hijas. "Nos quedamos muy profundas, ¡sí mija sí, ahorita te voy a sacar hija, ahorita voy por ti", pero desgraciadamente la niña ya no me escuchó y en eso sentí que uno de mis hermanos me jaló de las piernas y me sacó", dijo.
Su hija de ochos años fue rescatada en estado inconsciente, su hija de dos años fue localizada hasta las 11 de la noche de ése día en el Centro Médico de Occidente. Al final sus hijas y ella lograron recuperarse, aunque María quedó con secuelas en su cadera y cicatrices de por vida en sus piernas. "Un albañil la recogió y se la llevó porque creo que ella voló, no sé qué le pasó".
David trabajaba como repartidor de baleros industriales, esa mañana conducía sobre la calle Violeta y Gabino Barrera en la colonia Atlas. "Me agarró la primera explosión, me levanta hasta los cables, yo perdí el conocimiento, la persona que me rescata me dice que la camioneta cayó y volvió a ser levantada".
David fue rescatado, duró poco más de mes y medio internado en el Centro Médico de Occidente. Se le diagnosticó una lesión en la columna que lo lleva a usar bastón. Posteriormente tuvo otras complicaciones de salud. "Para nosotros es una fecha en la que agradecemos porque ya vivir 33 años después de eso pues es para agradecerse, nos cambió la vida a todos, en mi caso la disfunción familiar".
David insiste en que nunca hubo justicia y apoyo por parte del Gobierno. "pero el saber que no contaste con el apoyo de tu gobierno para determinar las causas y las responsabilidades, es lo más doloroso, saber que te vas a morir sin conocer quién fue el responsable o quienes fueron los responsable", agregó.
"Uno qué más quisiera no recordar, pero es que son cosas que pasaron y no quisiéramos que volviera a pasar una cosa de estas", dijo María.
Son 33 años de una herida que pareciera tener cicatrices, sin embargo, los recuerdos del dolor, esos quedarán en la vida de cada sobreviviente y en la eternidad de Guadalajara.
