Ignoran el origen de la gasolina en drenaje de Coyula
El fantasma de las explosiones de 22 de abril revivió en Tonalá, luego que, desde el pasado domingo, un intenso olor a combustible alertó a las autoridades. A más de 48 horas, las autoridades no localizan el origen del hidrocarburo.
El domingo a las nueve de la mañana se reportó un intenso olor a gasolina en las calles Hidalgo e Iturbide, lo que obligó a la movilización de autoridades. El tufo procedía del drenaje, por lo que una de las primeras acciones de los brigadistas fue permitir el paso del aire y se lanzaron descargas de agua para dispersar la gasolina.
Tras una investigación a la red de drenaje, siguieron la pendiente que corre el drenaje y llevó a los bomberos al cruce de las calles Hidalgo y Juárez donde se encuentra una estación de servicio. En principio se pensó que de ahí salía el hidrocarburo. A lo largo del domingo se estuvieron lanzando descargas de agua y colocando químicos para reducir los niveles de explosividad.
Sin embargo, autoridades detectaron que no era de la gasolinera donde se fugaba el combustible, sino de otra parte y que está permeando tanto el drenaje como el subsuelo. El trabajo de los brigadistas, así como personal del SIAPA, ha impedido que la situación escale por la explosividad, pero no se detecta el origen de la fuga.
"En este caso estamos utilizando un químico denominado Simple Green para poder tomar esta explosividad y bajarla a lo mínimo para que no corra riesgo la ciudadanía. Es decir, estamos haciendo lavados en la red hidrosanitaria con agua presión y con este químico denominado Simple Green, lo vuelvo a reiterar, para poder minimizar riesgos en el lugar. Estos lavados han sido constantes con un tiempo de intervalos de una hora o dos horas desde el día de ayer hasta el momento en el que nos encontramos", expresó Salvador Castañeda Hermosillo, director de Protección Civil y Bomberos de Tonalá
En el sitio trabajan dos excavadoras y dos vehículos vactor del SIAPA para sondear y desazolvar la red de drenaje. Se construyeron además dos cárcamos, es decir zanjas de contención en el subsuelo, uno de cinco y otro de siete metros de profundidad a donde llega el combustible. Se colocaron tubos de cuatro a seis pulgadas en los cárcamos, que servirán como pozos de monitoreo y evitar que con el agua de lluvia el combustible se mezcle más con el agua. El sitio además se encuentra monitoreado por Protección Civil del Gobierno del Estado y del área Técnica de Pemex.
A decir de vecinos, las autoridades sí se han acercado a ellos a explicar la problemática. A pesar de la situación, no se dicen preocupados, su único pendiente es en realidad que la calle se encuentra cerrada y complica la movilidad y ventas a los negocios de la zona.
"Sí, ya tenemos conocimiento de la situación esta. ¿Ya habían tenido problemas antes con la gasolinera? No, negativo, no había habido ningún incidente de este tipo", expresó Juan José Robles, vecino de Coyula.
Metros abajo en la calle Hidalgo y donde se percibió por primera vez el tufo a combustible, pasa un arroyo. Por momentos, cuando aparece el viento, el olor a gasolina se puede percibir.
La gasolinera que se presumía era la fuente del derrame fue clausurada luego de detectar otras irregularidades. Sin embargo, al ser descartada como el origen de la fuga, las autoridades barajan otras opciones, una de ellas es que el combustible se pudiera estar filtrando de una ordeña clandestina o alguien lo está arrojando de manera ilegal al drenaje.
