La aparición de un geiser en la localidad de San Marcos en el municipio de Zacoalco, pone de nuevo sobre la mesa la importancia geológica de la entidad.
En un análisis preliminar de Protección Civil Jalisco, el géiser no tiene origen volcánico, sino procede de un sistema de fallas continentales que atraviesa el municipio. Piden a la población no se acercarse a este géiser por las altas temperaturas que alcanza el agua, superior a los 95 grados centígrados. También piden no usar los lodos, concentrados en azufre, por los daños a la piel que puede causar.
Jalisco tiene múltiples fallas geológicas y volcanes, que eventualmente pueden implicar riesgos. Por ejemplo, las fallas de la Fosa de Chapala, Zacoalco y Jocotepec, han causado sismos fuertes. La falla geológica ubica en Zacoalco provocó un sismo que se estima superior a magnitud 7, el 27 de diciembre de 1568, que causó daños desde Ameca hasta Tuxpan. El 2 de octubre de 1847 otro sismo con epicentro en Ocotlán destruyó el pueblo y sus efectos abarcaron hasta Guadalajara.
Pero así como se originan sismos por fallas, también por actividad volcánica. Se tienen registros de sismos, como el de 1912, generado por el volcán de Colima. También se han registrado movimientos por el Ceboruco en Nayarit o el Jorullo en Michoacán.
Sismos se han originado en La Primavera, porque de hecho es un supervolcán activo. Por eso es que también hay geiseres y geotermia.
La caldera de La Primavera es un super volcán que abarca el bosque y si bien, es poco probable que haga erupción en esta generación, el riesgo es latente. Las calderas son volcanes cuyas erupciones son pocas y espaciadas por miles de años, pero de darse, son más peligrosas que los estratovolcanes como el de Colima o el Ceboruco. Por su cercanía con Guadalajara los daños serían catastróficos. La posibilidad de un siniestro de esta magnitud son ínfimos, reconocen los expertos.
Según estudios geológicos, la actividad de la caldera de La Primavera se registra en periodos de 15 a 20 mil años. La última erupción ocurrió hace 28 mil años y dio origen al cerro de El Colli y sepultó el Valle de Atemajac bajo una capa de piedra pómez.
La fuerza de los volcanes se miden con el Índice de Explosividad Volcánica o IEV. La caldera de La Primavera tiene un IEV de 6.4. Para ponerlo en perspectiva, la caldera del Yellostone en California, el Lago Toba en Sumatra y el Lago Taupo en Nueva Zelanda tienen un IEV-8, poniéndose en la categoría de supervolcanes.
"Ante una explosión o la formación de un nuevo domo , porque digamos, es la parte más importante de una caldera, los domos riolíticos, lo más, lo que generaría sería lo que llaman flujos piroclásticos que son una especie de nubes piroclásticas de altas temperaturas y que se esparcen a gran velocidad, digamos sería el riesgo más alto", expresó Luis Valdivia, del Departamento de Geografía de la UdeG,
Todos estos escenarios son supuestos y posiblemente pasen aún cientos a miles de años para que pudieran ocurrir, sin embargo, los especialistas reconocen que debe haber un monitoreo del bosque. Si bien en los años 60s y 70s científicos voltearon hacia el bosque de La Primavera, la investigación de esta caldera ha disminuido.