Sandra, nombre usado para salvaguardar su identidad, tiene un hijo con autismo. Su historia es similar a la de Luz Raquel Padilla, quien previo a su muerte había denunciado agresiones y amenazas por parte de su vecino, las cuales iniciaron debido a que le molestaban los ruidos que hacía el menor quien padece la misma condición.
El calvario comenzó hace cinco años, desde que Sandra, llegó a vivir al municipio de El Salto. "Desde el día uno, fueron agresiones verbales, eso fue en junio de 2017, en agosto es donde avienta la primera amenaza de muerte, que me iba a arrepentir, que me iba a morir y siempre que me decía esas palabras o la amenaza portaba una navajita o un cuchillito".
Previo a denunciar a su agresor, por meses, Sandra quien tiene dificultad para moverse debido a una lesión en una de sus piernas, fue constantemente víctima de discriminación, agresiones verbales y amenazas, tanto para ella como su hijo. "A mí no me bajaba de cerda, de mujer coja por mi discapacidad y de más insultos y luego me decía, que personas chuecas como yo, nada más servimos para engendrar monstruos".
De las amenazas, el agresor pasó a un intento de homicidio. No obstante las autoridades minimizaron los hechos, le dijeron que se dejara de chismes y redujeron el tema a un conflicto vecinal. "Trató de matarme con un pico de campo, para eso yo ya tenía una denuncia penal desde agosto del 2017, traté de ampliar mi denuncia y me dijeron que no había necesidad porque ya existía una (...) La primer Ministerio Público que le pedí el auxilio en este caso me preguntó tal cual, te golpearon, te mataron, no verdad, yo necesito que el señor cumpla sus amenazas para yo poder trabajar".
Ahora, a casi cinco años de su denuncia y luego de haberse tenido que mudar en dos ocasiones y ser perseguida por su vecino, Sandra cuenta con un pulso de vida, otorgado por la Policía de Guadalajara. Sin embargo, recientemente este dispositivo empezó a fallar y hasta el momento no se le ha otorgado uno nuevo. "En este año que tengo las medidas de protección ha sido un peregrinar porque los dispositivos no funcionan al 100 (...) a veces hasta la tercera que aprietas el botón te contestan, pero en este lapso ya pasó un minuto o minuto y medio o te reportan que estás en otra ubicación".
A lo largo de este tiempo, su carpeta ha sido cambiada de Ministerio Público en al menos cuatro ocasiones, lo que ha hecho que cada vez se enfrente de nueva cuenta a la indiferencia, malos tratos y revictimización de las autoridades.