Maestro asesinado en asalto, recordado con cariño

Unas veladoras y unas flores, fueron colocadas afuera del negocio de Joaquín Aguilar Jáuregui, de 56 años, asesinado la semana pasada por unos sujetos que asaltaron el negocio de venta de regalos de su hijo ubicado en la esquina de isla Cozumel y Andrés de urdaneta en la Colonia Jardines de la Cruz.

Comerciante desde hace más de 30 años, maestro en el colegio Domingo de Alzola y coordinador de la pastoral familiar en la parroquia Getsemaní de la Cruz, es recordado como un hombre de fe y dedicado a su familia.

"Siempre estaba ocupado, y pues aparte pertenecemos a la parroquia de Getsemaní de la Cruz, era ministro de la eucaristía, siempre estaba dando pláticas, todo relacionado con Dios, siempre con la familia", detalla María del Carmen Cervantes, esposa de Joaquín.

Cinco minutos antes de ser asesinado, Joaquín habló con su esposa por teléfono sobre un proyecto que estaba preparando para la semana de la familia en la parroquia de Getsemaní de la Cruz.

"Tenía muchos planes. Incluso a la hora de que pasó el suceso estaba elaborando unos temas para la semana de la familia que íbamos a tener aquí en la parroquia de Getsemaní de la Cruz. Yo, cinco minutos antes me había llamado por teléfono para decirme que dónde estaba el correo para mandar los temas. Estuve en contacto con él cinco minutos antes por teléfono", detalló María del Carmen.

El día de los hechos, Joaquín no opuso resistencia al asalto, le dijo a los delincuentes que se llevaran lo que quisieran, pero no golpearan a su hijo y a sus sobrina. Aún así le quitaron la vida.

"Se sale corriendo uno y al otro se le ve que se le cae la pistola y no lo encuentra y sale corriendo el que entró a ayudar a mi papá, sale corriendo mi primita, mi hermano estaba aquí afuera también, sale mi papá antes que el ladrón y cuando va bajando las escaleras saca el revolver y le dispara", explica Isaac Aguilar, hijo de Joaquín.

Joaquín y su familia ya habían sido víctimas de los delincuentes en al menos tres ocasiones anteriores.

"Ya es común aquí en la zona y a nosotros mismos el gozo de mi hermano es la segunda vez a la normal y una vez en una noche abrieron todos los locales también se llevaron cosas", relató Isaac.