Pepenadores siguen en la incertidumbre tras el cierre de Laureles

Ya sólo queda una semana para que el vertedero de Los Laureles, ubicado en los límites de Tonalá y El Salto, cierre sus puertas el próximo 1 de noviembre, fecha que mantiene en la incertidumbre a las más de mil 700 familias de pepenadores que trabajan en este vertedero, pues desconocen cuál será su destino.

Mencionan que no se les ha informado si serán reubicados a los tiraderos de Picachos o el de Ixtlahuacán de los Membrillos, lugares donde depositarán su basura los municipios metropolitanos; si se les permitirá seguir entrando a Laureles, si habrá otras oportunidades de trabajo o simplemente se les dejará a su suerte. 

María de los Ángeles tiene 20 años trabajando y viviendo en los Laureles, ahora también ayudada por su hijo Tadeo de ocho años, quien rescata juguetes de la basura, ambos le temen al cierre. "Nos preguntamos qué va a pasar con nosotros, porque ya falta una semana para que cierre; fuimos a Palacio de Gobierno y nos dieron un mes más, pero nunca se nos dijo a dónde se nos va a enviar. Nunca se ha dicho los pepenadores se van para allá o se van para Picachos (...) andamos tristeando ahora así deveras, pues porque es nuestra fuente de trabajo, te digo que de ahí es de donde uno viste y calza a nuestros hijos, y pues de ahí sacamos para comer".

"Que no nos pueden quitar nuestro trabajo porque nosotros trabajamos muy duro como para que lo cierren. Carros, juguetes, lo que haya", dijo Tadeo.

Lo único que piden es una pronta solución al gobierno al tener los días contados de lo que ha sido su sustento por años. "Que nos den una solución porque uno así también no sabe ni qué hacer; imagínate si te dicen el mero día que te van a mandar a tal lado y tú qué vas a hacer sin dinero y sin nada", agregó Fátima García, también pepenadora.