Integrantes de la comunidad wixárika de Tuapurie y Santa Catarina Cuexcomatitlán en Mezquitic acusan que a pesar de contar con resoluciones judiciales, las autoridades no han restituido plenamente los derechos de esta población, por los daños generados a sitios sagrados con la construcción de la carretera de Amatitán a Huejuquilla.
En rueda de prensa, afirmaron que la carretera no está terminada, pues quedan pendientes y tampoco se atendió la restitución por los daños generados al camino conocido como Paso del Oso, una zona de peregrinación que lleva a uno de sus lugares sagrados, Wirikuta.
La construcción de la carretera y los daños iniciaron en tiempos de Emilio González Márquez y en 2017, luego de procesos judiciales, el gobierno de Aristóteles Sandoval realizó una remediación parcial por las afectaciones a 19 kilómetros de sus senderos sagrados dentro de la cosmovisión wixárika.
La comunidad pide cuando menos 740 mil pesos para llevar a cabo las ceremonias requeridas para la rehabilitación espiritual de este corredor, pero también la recuperación de la zona dañada por la obra, pues fueron retirados monolitos y vegetación importante del Paso del Oso.
"El compromiso de aportación económica de 300 mil pesos para continuar con los procesos de actividades ceremoniales de cinco años que quedaron pendientes. Segundo, compromiso de aportación económica a la coadyuvancia efectiva de 421 mil 150 pesos para resarcir los daños del Paso del Oso", expresó Flavio Torres, vocero de Pablo Carrillo, gobernador tradicional de la comunidad de Tuapurie
Los integrantes de la comunidad acusan que las autoridades debieron coordinarse con la comunidad indígena para el desarrollo de esta obra y el respeto a sus costumbres y tradiciones.