El 24 de diciembre y con el candor de las fiestas decembrinas, se pasó por alto la publicación en el Diario Oficial de la Federación, de la reforma que modifica la dinámica de las empresas digitales de transporte y reparto, como Uber, Didi, Rappi, InDrive, Cabify, entre otras.
La reforma replantea el estatus de las empresas con los conductores, pues modifica la relación existente, pasa de una sociedad de mutuo beneficio, a una relación laboral de subordinación.
Aunque la idea era dotar de prestaciones y seguridad social a los trabajadores, advierten, que esto no sólo es un tiro por la culata para los operadores, sino que eventualmente provocaría que empresas de plataforma opten por irse del país, dejando sin ingresos a miles de personas que dependen de este servicio e impactos en los sistemas de movilidad de las ciudades.
La reforma consideró un plazo de 180 días para su entrada en vigor luego de su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF). En ese sentido, una buena parte de las nuevas disposiciones estarán vigentes para la segunda mitad del 2025.
Originalmente la relación entre repartidores y conductores de empresas de transporte era de sociedad: el conductor presta su coche o motocicleta, la plataforma se limita a mandarle viajes. No hay horarios, no hay más compromisos más que la retención del impuesto acorde. La reforma modifica esta relación a una subordinación laboral, es decir, vuelve empleados a los operadores para que les otorguen prestaciones y seguridad social. Tan sólo en Jalisco suman 20 mil operadores de plataforma, la segunda mayor plantilla después del Estado de México.
La reforma dicta que los patrones deberán inscribir a las personas trabajadoras en plataformas digitales ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y en su caso retener y enterar el pago de cuotas obrero-patronales e impuestos.
El acceso total a la seguridad social será sólo para quienes generen ingresos equivalentes a un salario mínimo general. El resto de trabajadores tendrá sólo protección contra accidentes de trabajo.
Una de las principales inconformidades fue los tiempos de trabajo, pues hubo oposición a que se tuviera que cumplir la jornada de ocho horas diarias. "El hecho de ser subordinados nos conlleva a que seamos obligados a cumplir con un horario de trabajo, una carga de trabajo mínimo de 48 horas. Entonces, lo que nosotros queremos es para alejarnos de la independencia. Por eso decimos ese trabajo", expresó Luis Lara, vocero de la Coalición Jalisco Unido
La reforma señala que los trabajadores se pueden desconectar en el momento que consideren adecuado, la relación laboral será en el tiempo efectivamente trabajado.
Otro tema es relacionado con el pago de impuestos, pues en esta nueva regulación, el cobro del ISR aumentará lo que les descuentan por viaje. "Eso es lo que les subiría a ustedes? Definitivamente, o sea, es un tema para nosotros 100% recaudatorio. Aquí no gana el conductor, porque lo que nos quieren ofrecer es una seguridad social. Ustedes están conscientes, el servicio con el que contamos, perdón, no estamos por lejos cerca de Dinamarca, y hay que decirlo tal cual. Nosotros no tenemos partido, no tenemos tampoco pelos en la lengua para decirlo. Es recaudatorio", expresó César Castillo, representante del Consejo de Conductores de Jalisco
Las empresas estarán obligadas también a transparentar los algoritmos que usan para el reparto de trabajo y actividades. Las empresas se han manifestado poco en torno a esta regulación. Operadores temen que para evadir las obligaciones patronales y otras responsabilidades impuestas, como ha pasado en otros países, las compañías opten por retirar operaciones del país.