Las sustancias tóxicas que corren por el Río Santiago generan graves daños en la salud de la población infantil que vive cerca, de acuerdo con un estudio que mandó hacer en 2010 el Gobierno de Jalisco y que encubrió por diez años.
El estudio analizó muestras de 330 niños, que representan el 14 por ciento de la población infantil de seis comunidades cercanas al río Santiago: La Cofradía, Juanacatlán, El Salto, Puente Grande, Jardines de la Barranca y la colonia Jalisco.
Los investigadores responsables hicieron pruebas médicas y análisis de laboratorio en sangre, orina y heces de los menores de edad, y detectaron altos niveles de exposición a tóxicos como el plomo, arsénico, cadmio, mercurio y benceno; por ejemplo, más del 93 por ciento de los niños de Juanacatlán presentó plomo en niveles tóxicos, o el 45 por ciento de los infantes de La Cofradía tuvieron arsénico.
Las consecuencias de esta exposición a sustancias tóxicas se vio reflejada en altos niveles de afectaciones a la salud, como una disminución de habilidades cognitivas, bajo aprovechamiento escolar, alteraciones en la sangre, alergias e hipertensión arterial, entre otros males que se presentaron los niños.
La investigación fue realizada por académicos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en 2010. Consta de 341 páginas y costó un millón 150 mil pesos que pagó la Comisión Estatal del Agua en tiempos de César Coll, cuando el gobernador era Emilio González, los resultados permanecieron ocultos hasta esta semana, en que la nueva administración los entregó vía transparencia.
En las conclusiones, los expertos en materia de salud recomendaron dar seguimiento al proyecto, identificar las fuentes de exposición de los contaminantes y plantearon indicadores para diagnosticar y vigilar la salud de los niños, sin embargo, el estudio no tuvo continuidad y fue archivado, sin darse a conocer a la población afectada.
El estudio completo puede ser consultado dando click aquí.