Víctimas de atentado se recuperan
La familia de las niñas Dulce y Blanca, de 14 y 16 años, que resultaron heridas de bala en el ataque en contra del exsecretario del Trabajo, Luis Carlos Nájera, temen perder la atención médica que están recibiendo las menores por parte del Gobierno del Estado, una vez que entre en funciones la nueva administración estatal que encabezará Enrique Alfaro Ramírez.
"Tenemos el miedo que nos dejen de apoyar como hasta ahora nos han apoyado, tenemos miedo de que cambie el gobierno y nos diga, pues ya hasta aquí llegó la ayuda y eso es nuestro mayor temor, porque ellas todavía necesitan mucha ayuda, mucha recuperación para poder salir adelante y es nuestro mayor temor que tenemos", explicó Carmen Teresa, hermana mayor de la menores heridas.
La mañana del miércoles Dulce fue llevada por una ambulancia de Gobierno del Estado a su consulta, en la que le sacaron una esquirla que aún tenía alojada en una de sus piernas. Este jueves ambas inician ya su rehabilitación, que será larga.
Otra preocupación de la familia, es la falta de recursos para darles la alimentación que requieren y puedan regenerar la piel que perdieron en su piernas por las heridas de bala. El DIF solo les dio una ayuda de 5 mil pesos y una despensa que les duró semana y media.
"Ellas tienen que estar comiendo carne de res, pescado y pollo diario. Entonces para eso se nos complica mucho porque somos de bajos recursos, mi papá acaba de agarrar un trabajo y mi mamá no se puede mover a trabajar por esta situación. El DIF nos apoyó una semana con alimentación, pero ésta ya es la segunda semana, vamos a media semana y no tenemos darles de comer no tenemos dinero", apuntó.
A seis semanas del ataque en contra del ex secretario del Trabajo, Carmen relata que es ese día sus hermanas se acercaron a Luis Carlos Nájera cuando éste salía del restaurante para venderle unos chiles, ya que quería ayudar a su mamá a juntar dinero para comprar el vestido y zapatos para su graduación de la primaria de Dulce. En ese momento empezó la balacera.
"Vieron que salió Nájera, como lo vieron bien vestido pensaron que les iba a comprar o que les iba a dar de menos dinero. Por eso se acercaron a venderle y a la hora de que ellas se acercaron empezó la balacera. De hecho un guardaespaldas de Nájera tiró a mi hermana dulce y fue él quien la protegió. Gracias a él está viva", explicó Carmen.
El próximo 9 de julio Dulce podrá acudir en su silla de ruedas a su misa y acto de graduación junto con sus compañeros.
Las dos niñas fueron dadas de alta del hospital San Javier, el pasado 21 de junio.