Por: Leonardo Ferrera
Es la denuncia de una víctima de policías municipales de Tlaxcala, "fui golpeada por 18 policías municipales, grupo especial de reacción rápida, mi hijo y yo. Yo soy la de naranja que está en el piso!
De acuerdo con la denuncia penal, presentada ante la Fiscalía de Tlaxcala, la víctima y su hijo fueron agredidos por policías municipales al negarse a una extorsión.
Al llegar al gimnasio donde acudían diariamente, señalan que se acercó un uniformado, argumentando que se habían pasado un alto. Para 'no levantar la multa' les exigió $500 pesos.
Al negarse el policía procedió a quitar la placa trasera. Tanto la víctima como su hijo se hicieron de palabras con el policía. Llegaron refuerzos y la mujer terminó sometida en el suelo.
"Tuve 35 lesiones, me tuvieron que llevar al hospital de emergencia", destaca la víctima.
La brutalidad policial en México es un problema oculto. Se ejerce bajo la sombra de la impunidad, ante la inoperancia de las autoridades encargadas de investigarla y sancionarla.
Si policías o militares asesinan a una persona en México, las probabilidades de que sean procesados y sancionados son casi nulas.
De acuerdo a la ONEA y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencias (UNESCO), lo mismo sucede cuando torturan, desaparecen, lesionan o abusan de su fuerza contra la población civil.
Para Ana Laura Magaloni, investigadora Centro de Investigación y Docencia Económicas, (CIDE), "la policía en México, igual que las fiscalías, llevan muchos años administrando el mercado de la impunidad, es un gran negocio compra y venta de impunidad".
De 2015 a 2020 se abrieron 5 mil 456 carpetas de investigación por tortura en la que elementos de seguridad estatal o federal aparecieron como imputados.
Las víctimas se enfrentan a un sistema que obstaculiza los avances de las investigaciones.
Las instituciones encargadas de indagar e impartir justicia administran los casos de manera discrecional con el fin de que no se resuelvan, según información proporcionada por la ONEA y la UNESCO
Jesús Piña, funcionario de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en México, asegura que "en la medida que no haya investigación y que no haya sanción van a seguir ocurriendo los casos".
Entre 2015 y 2020, se presentaron 34 mil denuncias contra policías en México.
Sólo uno de cada 200 casos llegó a una sentencia condenatoria. El índice de impunidad es de 99.5%.
Ante la falta de justicia, la denuncia puede convertirse en un acto de venganza.
Denuncia de víctima de policías municipales de Tlaxcala, "me vinculan a proceso por el supuesto delito de lesiones calificadas en contra de servidores públicos".
La Brutalidad policial en México; un fenómeno de impunidad sin límite. El Estado de derecho parece no existir.