El presidente de Argentina, Javier Milei, viajará el próximo jueves a Roma para asistir al funeral del papa Francisco, quien fue el primer pontífice argentino en la historia de la Iglesia Católica.
El evento se llevará a cabo el sábado 26 de abril en la Plaza de San Pedro del Vaticano, y se espera la presencia de líderes internacionales para rendir homenaje al papa, fallecido a los 87 años.
Milei, quien partió a Roma en la noche del jueves 25 de abril a las 22:00 hora local (01:00 GMT del viernes), estará acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Gerardo Werthein; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; y el vocero presidencial, Manuel Adorni. La delegación oficial argentina regresará al país el domingo por la mañana, luego de los actos ceremoniales.
Desde este miércoles, el cuerpo del papa Francisco se expone en una capilla ardiente en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles podrán dar su último adiós durante tres días. La ceremonia de despedida del pontífice se llevará a cabo el sábado en la misma plaza, antes de que su cuerpo sea trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, donde será sepultado, según los deseos expresados por el propio Francisco en vida. Esta será la primera vez en más de un siglo que un papa no es enterrado en la cripta de la Basílica de San Pedro.
Francisco solicitó que sus restos reposaran en esta basílica, en honor a su devoción a la Virgen María. A diferencia de otros papas, su ataúd será sencillo, de madera, como él mismo había pedido. Este gesto refleja la humildad y sencillez que caracterizó su papado a lo largo de los años.
El presidente Milei, en un mensaje a través de la red social X, expresó sus sentimientos respecto al fallecimiento del papa. A pesar de las diferencias que pudieran haber existido entre ambos, Milei destacó que fue un honor haber podido conocer a Francisco "en su bondad y sabiduría". También expresó que como presidente, como argentino y, sobre todo, como un hombre de fe, sentía una profunda tristeza ante la noticia y acompañaba a quienes comparten el luto por su partida.
El funeral de Francisco, que reunirá a dignatarios de todo el mundo, se anticipa como un evento histórico, no solo por la figura del papa argentino, sino también por la trascendencia de su legado. El pueblo argentino, y especialmente los fieles, recuerdan al papa con un cariño especial, dado su origen y la cercanía que mostró durante su papado.
Este será un momento de reflexión para el mundo católico, que ha perdido a un líder espiritual que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia. La despedida de Francisco se realiza en un contexto de unidad y recogimiento, donde su influencia y su mensaje de paz y humildad seguirán vigentes para las futuras generaciones.