Desde 2007, el 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger. Esta fecha coincide con el aniversario del nacimiento de Hans Asperger, psiquiatra austríaco que describió por primera vez este síndrome que, según los criterios actuales de diagnóstico, se identificaría bajo la denominación de "trastorno del espectro del autismo (TEA) sin discapacidad intelectual asociada".
Se conmemora cada año esta fecha con el objetivo de dar visibilidad al colectivo y promover la acción política y social para la reivindicación y promoción del ejercicio efectivo de los derechos de sus derechos.
En 2020, la campaña tiene como lema #HazEspacio y pone el foco en el esfuerzo que hacen las personas con síndrome de Asperger por encajar en los diferentes entornos sociales, que no se adaptan a sus características y necesidades, viéndose obligadas incluso a "perder" parte de su propia personalidad y a adquirir esas posturas incómodas que representan las personas relacionadas con cada letra. Por ello, la principal reivindicación de la campaña es el reconocimiento específico del TEA, en el que se incluye el síndrome de Asperger, en los ámbitos normativo y administrativo, como un trastorno con características específicas y necesidades propias, tal y como ya está reconocido por la Comunidad Científica y la Organización Mundial de la Salud.