En el mundo muchos de los hombres y mujeres no ganan un sueldo en igualdad de condiciones por su género y a pesar de realizar un mismo trabajo o similar de igual valor, por esto, surgió el Día de la Igualdad Salarial, celebración creada con la finalidad de concienciar y sensibilizar a la sociedad española sobre la brecha salarial de género.
Se celebra cada 22 de febrero a partir del año 2010.
Esta situación ha persistido en el tiempo, a pesar de contar con un marco normativo, así como los avances y logros obtenidos en la igualdad de trato y oportunidades laborales, sin distinción de sexo o género.
El primer Día Europeo de la Igualdad Salarial se celebró el 5 de marzo de 2011, haciendo referencia a que las mujeres debían trabajar 64 días adicionales para percibir las mismas retribuciones anuales que los hombres. Ya en el año 2015 esta efeméride se trasladó al mes de noviembre, señalando así el momento simbólico del año en el que las mujeres dejan de percibir sus remuneraciones, en comparación con los hombres.
Se estima que el origen de la brecha salarial proviene de la desigualdad en materia de educación y oportunidades, que han recibido hombres y mujeres.
Asimismo, la desigualdad salarial se refleja en la cotización a la Seguridad Social y, por ende, en las prestaciones sociales percibidas a lo largo de su vida laboral (desempleo, incapacidad temporal), especialmente al alcanzar la edad de jubilación, donde la brecha de género de las pensiones ronda el 35%.