El 25 de abril se celebra el Día Mundial del Paludismo con el objetivo de poner de relieve la necesidad de invertir continuamente en la prevención y el control de la enfermedad de la malaria.
Fue en 2007 cuando los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud declararon el Día Mundial del Paludismo para el 25 de abril en la Asamblea de la Salud.
El 21 de abril la OMS publicará un informe sobre los países que han erradicado casi por completo la malaria y que en 2020 no notificaron nigún caso autóctono dentro de sus fronteras.
También se celebrará un foro virtual de expertos, trabajadores de la salud y líderes mundiales para intercambiar experiencias, todo ello con el objetivo de llegar a la meta del paludismo cero en 2030. #paludismocero
¿Qué es la malaria?
El paludismo o malaria es una enfermedad producida por parásitos, que mata al año entre 700.000 y 2.700.000 personas, de los cuales más del 75 % son niños en zonas endémicas de África. La mayoría de los contagios se producen por picaduras de mosquitos. Cada año se presentan 396 millones de casos de paludismo.
Los síntomas del paludismo o la malaria son muy variados, empezando con fiebre, escalofríos, sudoración y dolor de cabeza. Además se puede presentar náuseas, vómitos, tos, heces con sangre, dolores musculares, ictericia, defectos de la coagulación sanguínea, shock, insuficiencia renal o hepática, trastornos del sistema nervioso central y coma. La fiebre y los escalofríos son síntomas cíclicos, repitiéndose cada dos o tres días.
En regiones donde la malaria es altamente endémica, las personas se infectan tan a menudo que desarrollan la inmunidad adquirida, es decir, son portadores más o menos asintomáticos del parásito.