En las últimas décadas se han registrado variaciones climáticas importantes, producto del vertiginoso desarrollo industrial, así como el crecimiento poblacional generando diversas consecuencias, tales como el efecto invernadero, calentamiento global, contaminación ambiental, sobreexplotación de recursos naturales y afectación de la capa de ozono, incidiendo negativamente en los ciclos naturales de la Tierra.
En virtud de ello, el 26 de marzo se conmemora el Día Mundial del Clima, declarado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático efectuada en el año 1992, para generar conciencia y sensibilizar a las personas a nivel mundial sobre la importancia e influencia del clima, así como el impacto del cambio climático sobre el hombre.
Existen muchos factores que influyen naturalmente en el clima, tales como la acumulación de gases que atrapan calor en la atmósfera, cambios en la intensidad del sol, erupciones volcánicas, entre otros.
El clima constituye un elemento de vital importancia en aquellas actividades desarrolladas por el hombre que requieran de condiciones ambientales específicas, tales como la agricultura, la caza y pesca legal.
Existe una diversidad de amenazas naturales que están vinculadas con las variaciones del clima, razón por la cual resulta pertinente la adopción de medidas por parte de gobiernos y naciones para su prevención:
Impulsar la aprobación y aplicación de instrumentos legales que protejan el medio ambiente.
Invertir en tecnologías para capturar el C02.
Promover el uso de fuentes de energía alterna: energía eólica y solar.
Racionalizar el uso de productos químicos en la agricultura.
Gestionar de manera eficiente el uso del agua potable.
Invertir en sistemas de riego eficientes.
Participar en los acuerdos internacionales sobre el medio ambiente, dando cumplimiento a todos los aspectos acordados en dichos acuerdos.
Promover la educación ambiental.
Erradicar la práctica indiscriminada de deforestación, tala y quema de bosques y áreas ambientales protegidas.