Rodolfo y Adolfo Martínez decidieron emprender un negocio de mariscos y aunque tomar la decisión no fue nada fácil, en menos de un mes se armaron de valor e iniciaron con el proyecto, el miedo e incertidumbre continúa presente, sin embargo con el trato amable y el exquisito sabor de sus platillos han ido consiguiendo clientes y sus expectativas son muy altas, pues anhelan convertirse en los favoritos de los comensales
"Este año en semana santa nos decidimos a esforzarnos y duramos 17 días de sol a sol aquí trabajando, este proyecto no está terminado al 100% pero queremos seguir dándole adelante para que esté bien acondicionado y la gente esté cómoda"
El apoyo de sus amigos y familiares continúa siendo muy importante, al no contar con el capital necesario para arrancar con el negocio poco a poco se fueron sumando donativos, mano de obra y sobre todo palabras de aliento que los hicieron sentir cobijados en este sueño que por más de 5 años estuvo presente en sus vidas y que hoy comienza a tomar forma y convertirse en una realidad
"Vengan para que prueben, ya me conoce la gente, que vengan y se den la vuelta por aquí para que apoyen el negocio que estamos emprendiendo para salir adelante, la verdad nos echaron la mano muchos amigos a nosotros, que nos pusieron esto, que nos pusieron el otro, que no se desanimen, que yo te ayudo con esto, que yo te pongo esto"