Comerciantes deben retirarse del centro de la ciudad por los derrames de drenaje que ahora ya no solo ocurren en las periferias, sino en las calles principales y que corren como ríos en el área comercial. Tal es el caso de los vendedores ambulantes de la calle 19, donde la mayoría expende alimentos y si dejan de vender no hay como sostenerse, pero a veces es necesario hacerlo para no poner en riesgo a los consumidores y a ellos mismos en medio de las aguas negras.
EL problema se ha agudizado, señaló Raúl Acosta y nadie responde, ni el gobierno del Estado de donde depende la Comisión Estatal del Agua, ni el municipio que no ha exigido de forma enérgica que le de una solución a este problema de contaminación, foco de infección y de riesgo sanitario donde el hilo se rompe por lo más delgado y los comerciantes que viven al día, resultan los más afectados.