Los efectos de la pandemia, el miedo a contraer la enfermedad y la posibilidad de un nuevo confinamiento, han provocado un aumento considerable en los casos de depresión y ansiedad, sobre todo en las personas de entre 18 y 40 años, aunque estos transtornos también se han detectado en algunos niños y adolescentes. Por ello, es importante que la población que presenta cambios en el apetito, problemas para conciliar el sueño, falta de energía, tristeza y cansancio, acudan con un especialista, para prevenir que los cuadros se agraven y provoquen afectaciones a la salud mental de los pacientes.