Ciudad de México, 22 de noviembre "Espero que seamos capaces de dejar en la Historia un ejemplo de cómo hacer frente a una amenaza sanitaria mundial y a una grave crisis económica mediante la aplicación del principio de la fraternidad universal", dijo hoy el Presidente de México a los líderes del G20 o de las naciones más desarrolladas del planeta. El mensaje fue compartido en redes sociales.
Andrés Manuel López Obrador defendió, en la Cumbre Virtual de Líderes del G20, su receta de no contratar deuda y destinar los apoyos no a los de siempre: las grandes empresas, sino a los de nunca: los de abajo, cuya vulnerabilidad los somete primero que a nadie, en contingencias económicas como la que vive hoy el mundo. Hizo una propuesta concreta: bajar el peso de la deuda a los países más pobres, y a los de ingreso medio, como México, darles acceso a créditos con tasas tan bajas como las que disfrutan los desarrollados.
"Gracias a las medidas de austeridad y al combate a la corrupción, no tuvimos que recurrir a nuevos préstamos y todos los recursos liberados se destinaron de manera directa, sin intermediarios. Se le dio preferencia a los pobres e integrantes de las clases medias, por eso se adelantaron pagos en pensiones. Se mantuvo la entrega de becas escolares y apoyo a agricultores y pescadores. Se amplió el programa de créditos a pequeñas empresas. Se fortaleció el ingreso de las mayorías para evitar que cayera el consumo de alimentos y otros bienes de primera necesidad", agregó.
Esta estrategia coincidió con el milagro del aumento de las remesas enviadas de Estados Unidos por nuestros paisanos, aseguró López Obrador. "Este año, a pesar de la pandemia, llegarán a la suma récord de 40 mil millones de dólares, dinero que beneficia a 10 millones de familias pobres", añadió.