Los astilleros están vacíos de barcos para su avituallamiento previo a la temporada camaronera todos siguen en los muelles, igual de desiertos, evidenciando la crisis pesquera.
Héctor Andrade Loyo, quien está a cargo del Astillero Amado Navarro, señaló que el año antepasado repararon 33 barcos, en el 2020 a historia fue muy distinta y sólo 11 llegaron para su rehabilitación y este año a menos de un mes del arranque de la temporada camaronera solo 5, en un negocio que ya no es negocio, donde los astilleros privados están en tendencia a desaparecer.
A falta de programas como el de modernización de flota, las embarcaciones que aún están activas tienen de 30 a 40 años trabajando sin poder realizar las mejoras y cambios que exige actualmente la norma y que se han vuelto aún más estrictas desde que las Capitanías de puerto quedaron adscritas a la Secretaría de Marina, una bola de nieve de cosas en contra que recae siempre en el eslabón más débil de la cadena, el pescador.