La obesidad infantil prevalece en México y es un tema qué debe de tomarse seriamente, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud OMS, la obesidad infantil ha escalado hasta convertirse en una epidemia global, afectando a millones de niños en todo el mundo, tanto en países desarrollados como en aquellos con menos recursos. México, lamentablemente, ocupa el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil
según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022, el sobrepeso y la obesidad entre niñas, niños y adolescentes en México han aumentado entre un 5% y un 7% en los últimos cuatro años, con una prevalencia notable en los grupos de 5 a 11 años
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ENSANUT, al menos uno de cada 20 niños menores de 5 años presenta obesidad. la proporción de niños y niñas mayores de 5 años con sobrepeso o obesidad también es alarmante, llegando a uno de cada 32.
Este fenómeno es particularmente grave en las regiones del norte de México y en las zonas urbanas, donde los factores socioeconómicos y la falta de acceso a alimentos saludables agravan la situación. Sin embargo, el sobrepeso y la obesidad infantil también afectan a poblaciones rurales, lo que demuestra que este es un problema que trasciende fronteras geográficas y económicas.
Está relacionada con una combinación de factores genéticos, socioeconómicos, culturales y psicológicos.expertos en el tema señalan que un acceso limitado a alimentos nutritivos, la alta disponibilidad de productos ultraprocesados, el sedentarismo y el consumo excesivo de bebidas azucaradas contribuyen de forma considerable a esta epidemia que repercute en la salud de miles de niños
Las medias preventivas pueden ser muchas desde educar a los más pequeños, y que los padres también sepan comer bien para que sea un buen ejemplo para los menores" Noé Garayzar, nutriólogo .
Además, factores como el estrés, la falta de educación sobre hábitos alimenticios y el entorno social también juegan un papel crucial en el desarrollo de esta condición.
Los padres pueden identificar ciertos signos que podrían indicar el riesgo de sobrepeso y obesidad en sus hijos. Entre los más comunes se encuentran el aspecto físico "rellenito" del niño, la fatiga al practicar ejercicio, el aumento excesivo del tiempo dedicado al sueño, la presencia de estrías en la piel y la coloración oscura en el cuello.
Estos son algunos de los indicadores tempranos que pueden señalar un problema de peso, que de no ser tratado a tiempo puede desembocar en enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, hipertensión o problemas cardiovasculares.
La prevención de la obesidad infantil es posible, y las recomendaciones de la OMS son claras: una alimentación saludable y equilibrada, acompañada de actividad física regular, son fundamentales para combatir este problema.
Los expertos coinciden en la importancia de una intervención temprana en la infancia, promoviendo una educación nutricional tanto en las escuelas como en el hogar, y fomentando la actividad física para reducir el sedentarismo.
"Dejar azúcares, dejar harinas, dejar alimentos procesados, empezar a elegir en el supermercado alimentos de mayor calidad, preferir proteínas en su alimentación, controlar el contenido de carbohidratos simples" Noé Garayzar, nutriólogo
Es vital que las políticas públicas se enfoquen en crear un entorno saludable, donde las familias tengan acceso a alimentos nutritivos y se incentive la práctica del deporte desde una edad temprana. La obesidad infantil no solo es un problema de salud, sino también un reto social y económico, que requiere la cooperación de autoridades, familias y la comunidad en general.
No sumarnos a que nuestros niños tengan una calidad de vida a través de la alimentación significa estarlos poniendo de frente a la enfermedad que podría resultar en una enfermedad de por vida.