Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, diversos problemas de salud comienzan a presentarse con mayor frecuencia, especialmente entre la población infantil. Las altas temperaturas, la exposición al sol y los cambios en los hábitos alimenticios o de higiene pueden afectar seriamente la salud de los niños si no se toman las precauciones adecuadas.
Entre las enfermedades y padecimientos más comunes durante esta temporada se encuentran: Otitis: Infecciones en el oído, especialmente asociadas con la exposición frecuente al agua en albercas o playas.Quemaduras leves: Provocadas por la exposición al sol sin la debida protección.Alergias alimentarias: Generadas por el consumo de alimentos en mal estado o mal conservados.Problemas digestivos: Como diarrea, vómito o dolor abdominal, generalmente relacionados con alimentos contaminados o mal refrigerados.
Golpe de calor: Una condición grave que puede provocar fiebre alta, confusión e incluso pérdida del conocimiento si no se trata a tiempo. Deshidratación: Frecuente debido a la pérdida de líquidos por el sudor, especialmente en actividades al aire libre.
Las autoridades sanitarias recomiendan a padres y cuidadores tomar medidas preventivas para proteger la salud de los menores. Es fundamental asegurar una correcta hidratación, evitar la exposición al sol entre las 11:00 a.m. y las 4:00 p.m., utilizar protector solar, y garantizar una adecuada conservación de los alimentos.Ante cualquier síntoma, se recomienda acudir al médico para una valoración oportuna. La prevención es clave para disfrutar de un verano saludable y seguro.