El consumo de las familias mexicanas se desplomó 23.5% en el primer semestre de este año, ante los efectos económicos que causó la contingencia sanitaria por el Covid-19, esta es la caída más grande desde 1994, año desde el cual se guardan registro y la quinta caída de forma consecutiva según informes del INEGI.
De acuerdo con el Inegi, la demanda de bienes y servicios de origen nacional cayó 22.4%, frente al mismo periodo de 2019, mientras que la de los bienes importados arrojó una contracción de 33.8 por ciento.
En junio el descenso se moderó por la reactivación de algunas industrias y mayores contrataciones y actualmente la evolución va a depender del manejo de la pandemia y del restablecimiento de las actividades y recuperación de empleos, lo cual se está llevando a cabo de forma lenta y parcial