En México no existen datos oficiales sobre el número de personas que presentan Trastorno del Espectro Autista , lo cual evidencia la falta de información que prevalece en el país respecto al tema y por ende la exclusión que sufre dicho sector el cual conmemora el día por la concientización sobre esta condición congénita el 2 de abril, sin embargo, cifras de la organización Iluminemos de Azul estiman que el mundo uno de cada 115 niños tiene autismo y cada año, según esta ONG, se diagnostican más casos con esta condición que menores con SIDA, cáncer y diabetes juntos y de acuerdo con datos del INEGI, en México existen casi cinco mil niños con autismo.
Médicamente, el autismo no se considera una enfermedad, es un trastorno caracterizado por un grave déficit del desarrollo que tiene como principales características la incapacidad de interacción social, aislamiento y movimientos incontrolados de alguna extremidad, por lo general las manos, por lo que todo el personal en el área de terapias tiene la capacitación para su especial atención
Leslie es madre de Diego, poco después de los dos años de edad dejó de jugar a la pelota que era su juego favorito y de buscar convivir con otros niños, lloraba constantemente y fue un llamado de atención para ser diagnosticado con autismo, desde entonces ha buscado terapias y educación en casa que suma a lo aprendido en la escuela para mejorar la interacción y capacidad de responder al mundo, de su pequeño.
Además de estimulación verbal y emocional, algunos niños reciben atención terapéutica cuando su médico lo requiere, por lo que fisioterapeutas tiene en su preparación, la capacidad de atender diferentes tipos de condiciones en su propia complejidad, lo que incluye también empatía y paciencia, cabe mencionar que en México, el Instituto Mexicano del Seguro Social atiende mensualmente con tratamiento psicológico y farmacológico de 10 a 12 casos de niños y niñas con trastorno del espectro autista.
Leslie lleva un diario a través de su cuenta de Instagram de los logros de Diego junto a ella después de tomar un curso para instructores de niños con autismo, sube fragmentos de sus actividades diarias, en la escuela, en el parque y en casa, cómo relaciona palabras con figuras y dibujos y como reconoce cada día algo nuevo, pero también cuando no es un buen día, pues como toda mamá sabe que vivirá alta y bajas con el, y esos días malos siempre son el preámbulo para una satisfacción mayor.