La huella digital se ha convertido en un tema de creciente relevancia en un mundo donde más de 5.160 millones de personas utilizan Internet. Esta sombra digital se refiere al rastro de datos que se genera cada vez que se interactúa en línea, desde los sitios web que se visitan hasta las publicaciones que se comparten en redes sociales.
Cada click en un enlace y cada búsqueda realizada son elementos clave en la creación de nuestra huella digital. Las plataformas analizan estos datos para mejorar sus servicios y personalizar la publicidad que nos muestran. Sin embargo, su manejo inadecuado puede abrir la puerta a serias amenazas, incluida la suplantación de identidad y el cibercrimen.
Según el Informe Global de Digital 2023, el uso de las redes sociales creció un 3% en 2022, donde los usuarios pasan en promedio, más de dos horas y media al día en plataformas como Facebook, TikTok y YouTube. Cada una de estas interacciones contribuye a la huella digital de los usuarios, la cual puede acumular datos valiosos que reflejan su personalidad, hábitos y sus preferencias
¿Te es familiar la publicidad que ves en las redes sociales? bueno, la publicidad que se observa en plataformas digitales no se debe a que se espía a los usuarios, sino a un proceso más complejo que involucra los algoritmos de búsqueda y el análisis de datos.
La preocupación por la huella digital no se limita a los adultos. Un estudio realizado por la firma de seguridad de internet AVG. Se encontró que el 81% de los niños menores de dos años ya posee algún tipo de perfil digital, con imágenes y datos compartidos por sus padres.
Es fundamental que los usuarios sean conscientes de su presencia en línea, así como del cuidado que deben tener al compartir imágenes de sus hijos y de las implicaciones que esto puede tener en su vida personal y profesional.
Desde la forma en que se configuran las cuentas hasta el contenido que se comparte, así lo indicó el experto en tecnología Mario Velarde, maestro de ITSON Guaymas.
"Las personas somos más conscientes de la huella de carbono, que dejamos cuando vamos en nuestro coche, de la casa al trabajo y somos más conscientes de la contaminación que hacemos como seres humanos, pero no somos tan consientes de la huella digital," Mario Velarde, maestro ITSON
Por otro lado, la huella digital asociada a las cuentas de correo electrónico que se olvidan o se dejan inactivas puede tener varias implicaciones importantes. ya que los hackers a menudo intentan acceder a cuentas antiguas o inactivas, especialmente si la contraseña es débil o si no se han actualizado los métodos de seguridad, como la verificación en dos pasos.
Las cuentas olvidadas pueden ser blanco de spam o intentos de phishing. Los correos electrónicos no deseados pueden acumularse, y si un usuario decide activarla, puede encontrarse con mensajes potencialmente peligrosos.
Estas cuentas suelen contener una gran cantidad de información personal, como contactos, correos, fotos y archivos adjuntos. Si una cuenta queda olvidada, toda esta información puede permanecer accesible para quienes tengan acceso no autorizado, lo que representa un riesgo considerable para la privacidad del usuario.
"aquellas personas que van dejando cuentas viejas, usuarios viejos, que ya no se aprendieron la contraseña y vuelven hacer otro Facebook otra cuenta y otro WhatsApp entonces su huella digital van dejando ahí ventanas para que sea utilizada esa información de mala forma" Mario Velarde, maestro ITSON
Los riesgos son claros, los usuarios con huellas digitales activas o inactivas son propensos a ser víctimas de suplantación de identidad, y cerca del 27% ha experimentado filtraciones de datos en la última década. Cada nueva acción en línea puede dejar un rastro que, si no se gestiona adecuadamente, puede ser utilizado por delincuentes para llevar a cabo fraudes y otros delitos.
A medida que la tecnología continúa evolucionando, es responsabilidad de cada usuario proteger su información y ser conscientes de los riesgos asociados con su huella digital