En la última década, el número de viviendas con un habitante aumentó 77 por ciento, mientras que aquellos domicilios con seis o más integrantes registraron una tendencia a la baja, según el Censo de Población y Vivienda 2020.
Actualmente, los jóvenes dejan la casa de sus padres a una edad más temprana y prefieren vivir solos o en compañía de una mascota, en otros casos, también optan por vivir a lado de alguien más, como pareja o amigos pero ya no en grupos numerosos.
Así mismo, la planificación familiar y las mujeres que deciden independizarse sin ser madre cada vez son más, señaló el ginecólogo Francisco Amador Rodríguez, quien indicó que es una decisión respetable que no minimiza el valor de la mujer y que incluso diversifica la sociedad de forma positiva, pues las mujeres alcanzan su plenitud personal por si mismas.
Y si bien existe esta reconfiguración social y económica en el país, como se dio en Estados Unidos y Europa y entre las generaciones más jóvenes, como los millennials y centennials, se procura más el bienestar propio y se fomenta el individualismo, lamentablemente también están las mujeres sobre todo las más jóvenes con inexperiencia quienes siguen formando familias a muy temprana edad, sin control de natalidad y que no terminan bien su vida en pareja.
Principalmente las mujeres continúan en un contexto de vulnerabilidad y que incluso las pone en riesgo mayor cuando toman esta libertad, siendo la cultura machista que las obliga a vivir en el papel que tradicionalmente señalan que les corresponde, dando un revés a esta evolución social.