Este fue el séptimo año de la carrera San Silvestre, celebrando su séptima edición, la cual tuvo su inicio en San Carlos en 2017. En aquella primera edición, participaron alrededor de 15 a 20 corredores. Sin embargo, año tras año, la carrera ha ido creciendo y, gracias al esfuerzo y al apoyo de la comunidad, más personas se han ido sumando. A partir de la segunda edición, se tomó la decisión de trasladar el evento a Guaymas, específicamente al malecón, con el objetivo de hacerlo más accesible para todos. Además, se estableció una ruta de 5 km, diseñada para ser cómoda y atractiva tanto para corredores experimentados como para principiantes.
La ruta, como muchos pudieron observar, incluye puntos emblemáticos como las fuentes danzantes y el Monumento al Pescador. Los corredores salen desde el área del teatro al aire libre y se dirigen hasta el final del malecón, justo frente a la Fiscal, donde se realiza el retorno y se repite el mismo recorrido hasta llegar nuevamente a la línea de salida, que marca la meta. Este año, la participación fue de 290 personas, con la presencia de niños, adolescentes, adultos, familias enteras e incluso personas que corrieron acompañadas de sus mascotas, y algunos con niños en carriolas.
La temática de la carrera de este año fue "Indios y Vaqueros", permitiendo a los participantes vestir la indumentaria que desearan, sin costo adicional. La carrera, que es una tradición que se celebra el 31 de diciembre, lleva el nombre de "San Silvestre" en honor al santo del día, según el santoral católico. Esta carrera es una tradición mundial que se ha venido realizando durante muchos años.
Lo más destacado de esta carrera es que todo lo que se obsequia, desde premios hasta el propio evento, es gracias al esfuerzo conjunto de un grupo de corredores organizadores, quienes forman el equipo Guaymas Runners, todo es totalmente gratuito. El registro de los participantes es gratuito, y al final del evento se realizan rifas con premios como membresías para gimnasios, inscripciones a otras carreras, objetos como playeras, bocinas, soportes para celulares, e incluso vales para disfrutar de los tradicionales chocomiles. Los organizadores se aseguran de que haya un ambiente cálido y festivo para todos, con bebidas como naranjas, cafecito, chocolate, tamales, conchas, pan dulce, agua, entre otros, creando un espacio de convivencia y alegría para la comunidad.
Este evento sigue creciendo, y gracias al apoyo de todos los que se suman, se convierte cada año en una celebración de tradición, deporte y comunidad.