En los últimos dos años el porcentaje de población en situación de pobreza extrema en México, aumentó de 7% a 8.5%, es decir de 8.7 a 10.8 millones de personas, un ejemplo de este quebranto social y económico es el caso de la señora Norma Judith Martínez de 79 años, en su humilde vivienda de la colonia el Mirador vive sin luz, sin agua, sin drenaje, sin gas, duerme sobre una base de cama sin colchón, entre paredes de madera, cartón y lámina, en condiciones mínimas de dignidad.
Sin servicio médico y con una sola visita de emergencia para una cirugía en los últimos 10 años, desconoce si tiene alguna enfermedad crónica, algunas veces come y otras no, no tiene pensión y cada dos meses que recibe el apoyo al adulto mayor es para pagar lo que debe en las tiendas de abarrotes donde debe pedir fiado para poder alimentarse.
Además sufre el abandono y el maltrato de quienes deberían quererla y cuidarla, su hijo su hijo de 56 años lo poco que gana se le va en alcohol y los otros le dejaron a los nietos aun viendo las dificultades que pasaba para vivir.
"La chamacada está echada a perder y este chamaco va y busca trabajo y si no encuentra nada viene y paga conmigo y tengo otra nieta que desde chiquita me la dejó su mamá y dejó la escuela porque yo no tenía ni para darle desayuno" asintió con tristeza.