Por su alcance y afectación a quienes la sufren, sobre todo en esta temporada invernal y frente a Covid-19, la depresión se perfila como la nueva pandemia del siglo XXI, sobre todo porque la salud mental sigue quedando en segundo término y no se busca atención especializada a tiempo y lamentablemente no es fácil acceder a ella en los sistemas de salud pública, pues el presupuesto destinado a salud mental en México es apenas del 2,4 % del total para salud en general, indicó el psicólogo clínico, Manuel Vidaña López.
Cabe mencionar que según estudios realizados alrededor del mundo, la alteración del sistema inmune provocada por el Covid- 19 podría inducir psicopatología, y se observaron secuelas psiquiátricas después de brotes previos de coronavirus. La propagación de la pandemia podría estar asociada con implicaciones psiquiátricas como la depresión.
Las estadística indican que el 55% de la muestra de sobrevivientes de Covid -19 presentó una puntuación clínica para al menos un trastorno mental y que un tercio de los pacientes recuperados pueden sufrir ansiedad o depresión grave, según la Organización Panamericana de la Salud.
Dependiendo del status de la depresión o ansiedad que diagnostique el psicólogo, estos se pueden tratar con medicina natural en casos leves, con un internista en casos medios y los graves con un psiquiatra lo que implicaría el uso de medicamentos de control, sin embargo el primer paso siempre será hablarlo.