Descubre el legado prehispánico de la Zona Arqueológica de Tingambato

El renovado Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Tingambato, Michoacán, se posiciona como uno de los espacios culturales más destacados del occidente mexicano

En su más reciente actualización, se exhibe por primera vez el ajuar funerario de la denominada "princesa guerrera", un hallazgo arqueológico que consta de cerca de 19,500 piezas confeccionadas con piedras de tonalidades verdes y azules, además de conchas marinas. Este conjunto, descubierto en 2012, incluye lanzadores de atlatl y una reconstrucción tridimensional que ofrece detalles sobre la vida de una joven de entre 15 y 19 años con prácticas rituales como deformación craneal y modificaciones dentales recientes.

Tingambato, que en lengua purépecha significa "lugar donde termina el fuego", tiene una ubicación estratégica entre la fría meseta Tarasca y las tierras bajas del río Balsas. Este asentamiento, que data de los inicios de nuestra era, alcanzó su auge durante el periodo Epiclásico (650-850 d.C.). A partir del año 600 d.C., sus estructuras ceremoniales y administrativas experimentaron transformaciones que aún pueden observarse, como el estilo arquitectónico talud-tablero influenciado por Teotihuacán.

Investigadores como José Luis Punzo Díaz han señalado que dichas influencias llegaron tras el declive de esta gran urbe mesoamericana

Las investigaciones arqueológicas realizadas desde 1978, encabezadas por el INAH y apoyadas por el gobierno estatal, han permitido detallar la cronología del sitio. En 2015, dataciones radiocarbónicas confirmaron una ocupación continua de aproximadamente nueve siglos. Además, el uso de tecnología LiDAR ha revelado que los restos de Tingambato se extienden más allá de las tres hectáreas visibles en la zona arqueológica, abarcando hasta 90 hectáreas bajo áreas de cultivo aguacatero. Este avance también ha posibilitado la creación de modelos tridimensionales que enriquecen las visitas virtuales y presenciales al museo.

Entre los atractivos de la zona destacan el Palacio, la cancha del juego de pelota, plazas, altares y las tumbas, como la Tumba 1, donde se hallaron entre 50 y 124 restos humanos. Estas ofrendas y costumbres funerarias ofrecen una visión profunda sobre la vida cotidiana y las creencias de sus antiguos habitantes. Además, el renovado guion museográfico incluye una sección que reconoce la labor de pioneros como Román Piña Chan y Kuniaki Ohi, así como de trabajadores locales que han contribuido a preservar este legado cultural.

Con la incorporación de recorridos virtuales y recursos educativos, Tingambato sigue destacando como un puente entre el pasado y el presente, invitando al público a explorar y valorar las riquezas del México antiguo