Después de los excesos navideños, muchas familias no se han recuperado, ni económica ni emocionalmente. Y los propósitos del nuevo año se antojan muy complicados.
Las personas a estas alturas ya se han dado cuenta de que las tan ansiadas metas que se habían propuesto para comenzar el año se les antojan imposibles o lejanas, llegando a una profunda decepción.
Por estos y otros motivos, el tercer lunes de enero se conoce como el "Blue Monday" o traducido al español "Lunes Triste".