Discriminatorio el nuevo modelo de clases a distancia, donde se está privilegiando el derecho a la educación a quienes tienen acceso a televisores, computadoras y servicios que en zonas indígenas son deficientes o inexistentes, indicó el activista yaqui, Mario Luna.
Aunque en Sonora el 81.4% de los hogares tienen conexión a Internet y el 79.1% de la población de seis años y más es usuaria de este sistema, siendo el estado de mayor conectividad a nivel nacional, en algunos pueblos indígenas con una población de entre 20 mil a 50 mil personas, como el caso de comunidades Yaquis, 4% de sus localidades se encuentran en muy alta marginación, y la población con un teléfono celular es de 57%.
Y no son sólo los estudiantes, también los maestros ya han palpado las dificultades que se vienen, tan solo en la semana de consejo técnico y capacitación, fueron casa por casa, a la plaza pública y a los alrededores de las instituciones con internet satelital donde la calidad es deficiente y donde el objetivo de la sana distancia no se cumple al encontrar un lugar donde es menos deficiente la señal.