Cientos de padres sufren en casa la desaparición de un hijo y a pesar de tener todo en contra nunca
pierden la esperanza de encontrarlo, vivo o muerto. La señora Gabriela Escobar vio a su hijo José Luis
por última vez el 5 de enero de este año, había venido de vacaciones a Guaymas y su mamá pensó
que se había ido sin despedirse hasta que su padre con quien vive la llamó para saber de él pues no
había regresado a casa, desde ese día inició el calvario para la familia quienes lo buscaron
incansablemente hasta que una corazonada les dio la señal para encontrarlo.
Entre los cuerpos recién encontrados no estaba José Luis, vio las fotografías y ninguno era él, la
esperanza se perdió solo por minutos, servicios periciales dijo aquí lo tengo, al escuchar las señas
particulares de José Luis y vivieron un momento agridulce, pues el dolor de su muerte estaba ahí, sin
embargo a diferencia de cientos de padres ellos podrían darle sepultura a su hijo.
Este es el único caso de éxito desde la formación del Colectivo Guerreras buscadoras de Sonora, la
señora Gabriela sigue en las marchas y reuniones en solidaridad con todas aquellas madres que
perdieron como ella a su hijo, a quienes ha escuchado decir "la envidio, porque usted ya lo
encontró".