El robo de objetos y el despojo se han consolidado como los delitos más comunes cometidos en contra de las personas mayores en el país, estos delitos afectan principalmente a mujeres y a personas de entre 71 y 75 años de edad.
El robo representa el 35% de los delitos cometidos contra los adultos mayores, seguido por el despojo con un 26%. Las amenazas y las lesiones registran el mismo porcentaje, con un 17% cada uno, mientras que el fraude ocupa el quinto lugar con un 5%.
Don Leonardo, junto a su esposa María del Carmen, expresó su preocupación ante el aumento de fraudes y robos, especialmente aquellos que se realizan a través de plataformas en línea. Ambos se mantienen alertas y evitan acceder a sitios web con información engañosa que podría poner en riesgo su seguridad financiera.
"Pues principalmente haciendo caso omiso a las publicaciones que en los medios se hacen porque de ahí viene todo eso de la facilidad, el convencimiento a la gente que necesitamos caer en esos errores y la gente que lo hace se aprovecha de esos medios" comento Leonardo Gallegos.
FAMILIARES SE APROVECHAN DE LA VEJEZ
María del Carmen Galván también destacó que uno de los grupos más aprovechados por los delincuentes son los propios familiares, quienes, en muchos casos, recurren al fraude y el despojo debido a que los adultos mayores son más vulnerables.
"Una amiga que es invidente y su hijo se hace caso de su pensión, entonces ella como no ve guarda su dinerito por ahí, el hijo lo agarra, está comprando a cada rato moto y esto ¿y de dónde?" Dijo María del Carmen Galván.
EL PERFIL DELINCUENCIAL
El perfil de los delincuentes también revela información alarmante. En primer lugar, los principales agresores son personas desconocidas, con un 29% de los casos. Estos individuos suelen robar a través de engaños, despojando a los adultos mayores de sus pertenencias, principalmente dinero, con un promedio de 3 mil pesos. Sin embargo, no se debe pasar por alto que un 45% de los delitos son perpetrados por familiares cercanos. De estos, un 23% son cometidos por hijos de las víctimas y un 22% por otros parientes, siendo el despojo el delito más frecuente en estos casos.
Este panorama pone de manifiesto la urgente necesidad de intensificar las medidas de protección y sensibilización en torno a los derechos de los adultos mayores, especialmente en el contexto de la creciente digitalización y las dinámicas familiares complejas.