El Instituto Tecnológico de Guaymas presentó y exhibió este viernes una réplica de la que pudo haber sido la primera computadora analógica en la historia de la humanidad, la máquina de Antiquitera, la cual forma parte de una exposición astronómica traída desde la Universidad de Atenas a la Universidad de Sonora.
En el último día de actividades de la Primera Jornada Académica de Ingeniería Industrial, el Maestro Carlos Soto Barrera, jefe del Centro de Cómputo del ITG, ofreció una charla sobre esta milenaria pieza que muestra un mecanismo de relojería muy sofisticado para la época y representaba los conocimientos astronómicos de 100 años antes de Cristo.
Soto Barrera explicó que esta exposición fue posible, gracias al apoyo de la Dirección de Vinculación y Difusión, así como del Coordinador y de Divulgación Científica de la Universidad de Sonora, Narciso Navarro Gómez, a quienes agradeció la disposición para poder tener por un día, este objeto de origen griego.
La presentación de esta joya llamó la atención de estudiantes, maestros y personal del Tecnológico de Guaymas, quienes acudieron a la charla ofrecida, la proyección de un video con ese tema, así como la exposición de esta máquina que tiene una antigüedad estimada de 2 mil 100 años
El catedrático del ITG agregó que esta exposición es un esfuerzo de la Universidad de Atenas que, a través del profesor Xhenophom Moussas, ha llevado estas reliquias y joyas científicas a otras universidades de Asia y Europa, siendo ésta la primera ocasión que la traen a la región latinoamericana.
El astrónomo Julio Saucedo Morales, docente del Departamento de Investigación en Física de la Universidad de Sonora (DIFUS), señala que esta pieza, que representa el mecanismo Antiquitera, era una representación del cielo, de los movimientos, de cómo veían los griegos, e incluso culturas anteriores, el universo.
"Es la representación del máximo conocimiento astronómico, hasta ese momento, digamos, de la humanidad, y fue un trabajo realmente impresionante", dijo, al señalar que hasta el momento se han rescatado 27 engranes de la pieza y se han podido relacionar por el número de dientes y diámetro entre ellos.
Explicó que seguramente faltan más piezas, pero con lo que se ha rescatado, se ha podido establecer qué funciones se podían hacer con el mecanismo, y precisamente ahí es donde vemos que tenían un conocimiento muy alto, además de tener la capacidad para predicción de eclipses.
"Tiene un mecanismo que permite simular algo parecido a una elipse y se presume que en la parte perdida de la pieza se hacía lo mismo con los planetas. Ese conocimiento se inició en Mesopotamia y se dio en muy alto nivel en la época de Hiparco de Nicea o de Rodas (190-120 a.C.), considerado el primer astrónomo científico.
Por su parte, Raúl Pérez Enríquez, también docente del DIFUS el interior de lo que es el bloque de bronce que se recuperó y que, en su parte posterior, trae parte de su propio manual.
"Es una riqueza que la tecnología moderna nos ha permitido descubrir; qué sería de nosotros si este mecanismo hubiera prevalecido en la historia o si otros mecanismos como éste hubieran estado presentes. Creo que la evolución estaría en otro nivel de conocimiento y en otro nivel de desarrollo", comentó.
Ambos investigadores universitarios reiteraron la importancia de esta pieza y de la colección que será expuesta la próxima semana (del 28 de octubre al 2 de noviembre) en el Centro de las Artes de la Unison, abierta al público en general para visitarla sin costo alguno.
CONCLUYE CON ÉXITO JORNADA ACADÉMICA
La Primera Jornada Académica de Ingeniería Industrial fue clausurada oficialmente por la Subdirectora Académica del ITG, María Dolores Astorga Ahumada, en representación del director Rafael García Martínez.
En esta ceremonia, Astorga Ahumada felicitó a los estudiantes por la realización de este evento cuya finalidad es enriquecer los conocimientos de su carrera profesional