La pandemia por COVID-19 no sólo causó contagios y decesos entre las familias chiapanecas, sino también ha causado una fuerte crisis económica entre la población que ha tenido que endeudarse, así lo indicó Carlos Méndez Auditor Certificado en Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo.
"En el peor de los casos estos usureros que se están aprovechando para enriquecerse a costilla de los más necesitados y es que habría que ver dos cuestiones bien importantes: antes, aquellas familias que tuvieron parientes enfermos y tuvieron que cargar con gastos de medicamentos y los gastos de muertes tuvieron que hacerse de gastos fúnebres".
En los últimos meses las familias han tenido que contraer deudas para comprar medicamentos para salvar sus vidas, y quienes perdieron a un ser querido tuvieron que adquirir préstamos para gastos funerarios.
El cierre de más de seis mil empresas y la pérdida de 70 mil empleos, en consecuencia, trajeron el uso de financiamientos informales a través de usureros, que abusan con tasas de intereses por arriba del estándar por ello, autoridades como la Condusef han alertado sobre la suplantación de identidad de empresas para cometer fraudes.
Otra etapa que trajo un buen número de gastos y con ello deudas, fue el regreso a clases en línea, ya que, para continuar con la educación de sus hijas e hijos, las familias tuvieron que adquirir computadoras, televisores, celulares o tabletas, situación que fue otro duro golpe al bolsillo de las familias.