Pese a los riesgos sanitarios que les ha representado, las fonderas de Juchitán, Oaxaca, siguen conservando la gastronomía típica de la región del istmo de Tehuantepec y a diario acuden a sus locales para comercializar sus platillos.
Las mujeres dedicadas a la preparación de la comida típica en Juchitán, han padecido desde el terremoto del 2017 hasta la pandemia del Covid-19, de este año 2020, y la necesidad las ha obligado a tener que salir para poder sobrevivir con sus familias.
Aseguran que no han recibido ningún tipo de apoyo que ha ofrecido el Gobierno Federal para la reactivación económica, y con el impacto que ha tenido la pandemia sus ventas no se han podido recuperar.
Aunado a esto señalaron que no se cumplió con el compromiso que las autoridades habían hecho con este grupo de comerciantes, que era la de concluir en el mes de diciembre con sus espacios en la franja sur del Palacio Municipal, donde hasta antes del 7 de septiembre del 2017 se encontraban sus espacios.